C H A N G E S |
Dicen que todo cambio es bueno, aunque no sea bienvenido en un primer momento. La vida está en constante movimiento. Lo natural no es que las cosas se mantengan siempre igual; al contrario, lo natural es el cambio, la evolución.
Sin embargo, el ser humano es un animal de costumbres y, por ello, a veces nos cuesta mucho aceptar las nuevas situaciones de nuestras vidas. Nos aferramos a lo que conocemos, a lo que nos resulta familiar, independientemente de si nos hace realmente felices o no. Es una actitud peligrosa, porque el principio de la evolución dicta que hay que adaptarse o morir, cambiar con nuestro entorno o acabar desapareciendo sin remedio.
Sé por experiencia lo que se siente cuando algo bueno desaparece de tu vida. He sentido el inmenso dolor de perder lo adorado: personas, experiencias, situaciones... El alma se llena de una gran sensación de impotencia, como si la Vida nos hubiese mostrado un atisbo de la felicidad completa para luego quitárnosla sin piedad. Es un dolor físico en el pecho, como si el corazón, literalmente, se rompiera. Las lágrimas que lloras son, inexplicablemente, distintas a las que sueles llorar y nos parece que el consuelo nunca llegará. Pero la realidad es que ese dolor, como todo lo demás en la vida, también pasa. Las lágrimas desaparecen, el pecho se calma, el consuelo llega. Pero la adaptación, el uso de todo ese dolor para evolucionar, está en nuestras propias manos. Sólo de nosotros depende pasar al siguiente nivel y reinventarnos una vez más para no caer en el olvido de nuestra propia existencia. El problema está en que, solemos estar demasiado distraídos: distraídos de nuestra propia existencia, de lo bueno que nos ofrece la vida, del milagro de nuestra respiración, del latido de nuestro corazón, de todo lo que crece, muere y renace a nuestro alrededor. Yo aprendí a no estar distraída constantemente, a buscar el saber de mi existencia, a buscar lo bonito que me regala esta vida, que no es poco, es bastante, a oírme respirar y saber cuando respiro profundo es porque algo me toca el alma, a notar como el ritmo de mi corazón cambia cuando menos me lo espero, a ver y emocionarme con el milagro de la vida y a saber aceptar que hay gente que nos abandona demasiado rápido...aprender es crecer y en nuestras manos está trabajar nuestra consciencia para eliminar toda esa distracción.
Somebody said that all change is good, though not welcome at first. Life is in constant motion. Natural is not that things always remain the same; On the contrary, it is natural change, evolution.
However, the human being is a creature of habit and therefore, sometimes we find it hard to accept new situations of our lives. We cling to what we know, what we are familiar with, whether it makes us really happy or not. It is a dangerous attitude, because the principle of evolution dictates that we must adapt or die, change to our environment or eventually disappear without remedy.
I know from experience what it feels like when something good disappears from your life. I felt immense pain of losing loved it: people, experiences, situations ... The soul is filled with a great sense of helplessness, as if life had shown us a glimpse of complete happiness and then take it away without mercy. It is a physical pain in his chest, as if the heart literally broke. You cry tears are inexplicably different from those you usually mourn and comfort we feel that will never come. But the reality is that pain, like everything else in life, also happens. Tears disappear, chest calm, comfort arrives. But adaptation, the use of all that pain to evolve is in our own hands. Only up to us to the next level and reinvent again not to fall into oblivion of our own existence. The problem is that we are often too distracted: distracted from our own existence, how good it gives us life, the miracle of our breath, our heartbeat, everything that grows, dies and is reborn around us . I learned not to be distracted constantly, to pursue knowledge of my existence, to find how nice it gives me this life, which is something, is enough, to hear me breathing deep breath and know when it is because something touches my soul, to feel like my heart rate changes when I least expect to see and get excited about the miracle of life and learn to accept that some people do not leave too fast ... is to grow and learn in our hands to work our consciousness to eliminate all the distractions.
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