viernes, 2 de diciembre de 2011

foto:razon

La razón se compone de verdades 
que hay que decir y verdades que hay que callar.
La irracionalidad de una cosa no es un argumento 
en contra de su existencia,
 sino más bien una condición de la misma.
Razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! ¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato!
La razón obra con lentitud, y con tantas miras,
 sobre tantos principios, que a cada momento se adormece o extravía. 
La pasión obra en un instante.
No es más fuerte la razón porque se diga a gritos,
es la única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales.
En ciertos momentos, la única forma de tener razón es perdiéndola.

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