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“Que hablen bien o mal sobre uno, pero lo importante es que hablen de uno”.

 Todo el mundo conoce este dicho y es una verdad como un templo, para lograr algo en esta vida los demás tienen que saber que existes. 

Pero... ¿que es mejor?

¿Es mejor que hablen bien de ti?

¿O qué hablen mal?.

Vista la cosa desde luego con algo de cinismo e ironía, es bastante mejor que hablen mal. La gente se crea ideas preconcebidas y prejuicios sobre las personas, si te hablan maravillas de alguien la gente se hace a la idea de que debe ser como un santo en la tierra y cuando lo conoce en persona pues se suele desilusionar.

 Es decir que si hablan muy bien sobre ti lo único que pueden hacer estas es decepcionar puesto que el listón es demasiado alto en la mayoría de las ocasiones. 

Sin embargo cuando hablan mal, la gente no suele ser muy justa, ni para lo bueno ni para lo malo, en sus juicios de valor por lo cual si tú haces lo de siempre, lo normal es que quedes bastante bien, es decir nunca defraudaras puesto que no esperan mucho de ti. 

Yo lo tengo claro, si hablan, que lo hagan mal así quedar bien es mucho mas fácil, si alguien alguna vez te ha dicho:“ahora que te conozco no eres tan mala persona como dicen que eres”, no lo dudes... estas en el camino del éxito.

Este blog se lo dedico a mi amiga Amaya, puesto que hemos estado esta noche echandonos unas risas con unos comentarios un poco despectivos, ya sabes aplicate el cuento de mi blog y por un oído te entra y por otro se sale. Pasalo genial por tu voluntariado.   :)