viernes, 6 de mayo de 2011

foto:twilight


Al principio, no tenía nada claro, pero cuando gradualmente me fui acercando al sueño, se me hicieron evidentes algunas certezas. 
Estaba totalmente segura de tres cosas. Primera, Edward era un vampiro. Segunda, una parte de él, y no sabía lo potente que podía ser esa parte, tenía sed de mi sangre. Y tercera, estaba incondicional e irrevocablemente enamorada de él. 


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